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lunes, 19 de enero de 2015

ATERRAZAMIENTO
El aterrazamiento se inventó para cultivar en terrenos muy pendientes, en La Alpujarra, es muy característico, los agricultores han tenido que ir adaptando el terreno montañoso para poder explotarlo de forma productiva.
También se le conoce con el nombre de "terreno con bancales";
un bancal, también llamado andén en los Andes y parata en el sur de España, es aquella superficie horizontal en terrenos con declives, producto de la obra humana que se sostiene por una pared o talud y que se utiliza para labores agrícolas. Se preparan en terrenos de fuertes pendientes, de más del 30%, donde no es factible la excavación horizontal.
 
El desarrollo de este tipo de construcciones aterrazadas escalonadas tiene relación directa con la falta de terrenos de cultivos llanos, estando íntimamente ligado a periodos con una alta densidad demográfica que obliga a poner en producción nuevos terrazgos en otros tiempos desechados. La creación y el uso de bancales requiere movilizar una gran cantidad de mano de obra para su construcción y mantenimiento, los cuales terminan por abandonarse una vez se reduce el crecimiento demográfico y ya no se requiere ponerlos en producción.
Asimismo hay que tener en cuenta que el abancalado tiene unos límites económicos. La pendiente no ha de superar el 45% dado que la anchura de los bancales se reduce mucho y la superficie de los muros que soportan el terreno incrementa el gasto de construcción.
El agua del deshielo de las altas cumbres hace de esta región una comarca privilegiada, pues permite cultivar plantas que no serían viables en otras áreas mediterráneas, mucho más secas. Esto posibilita el establecimiento de cultivos en pequeñas terrazas con un ingenioso sistema de riego por acequias que procede, al menos, del siglo x.
La agricultura y la ganadería tradicional de la Alpujarra es, en parte, consecuencia del accidentado relieve, con prácticas de cultivo, formas de riego y selección de especies muy bien adaptadas a estos territorios. Los cultivos varían en altitud, lo que se manifiesta incluso en los mismos municipios, establecidos de forma compacta y escalonada sobre fuertes pendientes. Así, se pueden sembrar especies con diferentes requerimientos ecológicos bien en las zonas bajas o en las altas, lo que ha contribuido, en cierta forma, a configurar el característico modelo de autosuficiencia familiar alpujarreño.

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